Clara vino a vernos a la tienda acompañada de su amiga Ana que había diseñado la papelería de la boda. Tanto nos gustó el resultado que dejamos de buscar inspiración y nos centramos en la mezcla de colores que tenía: dorados y pastel. Con esos tonos empezamos a trabajar para sorprender en cada detalle de la boda.
La novia se preparó en el Reconquista que era el mismo lugar donde tendría lugar la celebración de la boda y donde estaban alojados la mayor parte de los invitados, que venían de Italia ya que el novio Massimo es italiano.
Para el ramo pensamos en una combinación que tuviera un aire delicado, como ella, y que captara la belleza, la dulzura y también su alegría.
En San Juan todo estaba preparado para que empezara la ceremonia. Colocamos un adorno en la parte exterior de la Iglesia que sirvió para recibir a los invitados a su llegada y enmarcar a los novios cuando salían ya convertidos en marido y mujer. También cubrimos toda la barandilla con flores en vez del tradicional adorno a los pies del altar, manteniendo en todo momento los tonos pastel.
El Patio de la Reina fue el lugar elegido para el aperitivo, en el que, además de flores, los invitados se encontraron con buen tiempo y un montón de propuestas gastronómicas.
Consuelo, la madre de a novia, se enamoró de la zona de la escalera y la adornamos con dos grandes centros laterales y un camino de velas. Al final se acabó convirtiendo en un improvisado photocall y muchos de los invitados tienen una foto en este rincón tan especial del hotel.
El protocolo de mesas se lo montó su amiga Ana y nosotras lo llenamos de velas y flores para que fuera tan especial como había imaginado la novia.
En Patio de los Gatos vivió una de las transformaciones más bonitas que hemos hecho y esperamos repetir porque, eso no lo decimos nosotras, nunca había estado tan bonito. El techo estaba totalmente emparrado, haciendo la estancia más acogedora y recordando a un jardín pese a estar en el centro de Oviedo.
Para los centros de mesas utilizamos unas estructuras doradas que ahora están muy de moda y que integramos con otros cacharritos para darle un aire romántico y especial.
Fue una boda muy especial, de la que guardamos un bonito recuerdo en la memoria y en las fotos de Mercedes Blanco.
El Invernadero 