Decir diciembre es pensar en uno de los montajes que más ilusión nos hace año tras año y con el que damos el pistoletazo de salida a la Navidad: el de Hispania.
Todo empieza cuando nos llegan los billetes y la reserva del hotel, y empezamos a buscar planes que hacer en las horas que nos quedan libres y es que Londres tiene mil rincones en los que perderse.
Hispania es el restaurante español más emblemático de la capital inglesa. Para nosotras, tiene muchas connotaciones personales además de profesionales porque queremos mucho a Marta, a Pachín y a todo su equipo que siempre nos hacen sentir como en casa.
La escalinata que hay nada más entrar acapara todas las miradas y nos gusta dedicar tiempo a adornarla bien y cuidar cada detalle para que luzca como merece, majestuosa.
En la barra colocamos una corona para dar color al aperitivo y acompañar a los brindis que se escuchan en esta época del año en esa zona del restaurante.
Hispania está precioso iluminado y tiene una puesta en escena muy cuidada por Lorenzo Castillo, así que cualquier rincón se convierte en una excusa perfecta, como las lámparas de la tienda, que por cierto, tiene las estanterías llenas de productos típicos de nuestra tierra.
El Belén de piedra no puede faltar y ya se ha convertido en un clásico de la Navidad en Hispania.
La zona de la biblioteca es uno de los espacios más acogedores y a la vez, un photocoll perfecto para tener una estampa navideña. La guirnalda con luces y color enmarca la ventana y se ve desde dentro y también desde la calle.
Como los detalles cuentan, adornamos las mesas y también colocamos un centro grande en los tocadores.
El invierno es más invierno cerca de una chimenea, así que adornamos la chimenea para que destacara en la primera planta donde están los comedores privadores.
Además de trabajar, comimos fantásticamente, disfrutamos de buenas conversaciones, muchas risas y la ilusión de dejar la Navidad puesta en el corazón de la city.