La semana pasada nos quedamos en el protocolo, igual que algunos invitados que fueron a mirar donde estaban sentados les gustó tanto el espacio que se quedaron allí.
Celebrar el almuerzo de la boda en un llagar pide a gritos un rincón de la sidra y eso hicimos con cajas de madera antiguas, botellas, manzanas y hortensias del mismo tono. Los manzanos fueron el mejor fondo que podíamos pedir para nuestro rincón.
De las botellas de sidra de fuera a los barriles de dentro había unos pocos metros y mucha piedra. Global Rent iluminó todo con cientos de bombillas todo el techo, llenándolo de luz.
Para sujetar los números nada mejor que corchos y para decorar las mesas, hortensias de distintos colores.
El Real Balneario se encargo de preparar las delicias que se sirvieron sobre los bajo platos de ratán de MVISTETUMESA.
Cuando nuestro trabajo terminó, todo estaba listo para empezar. Con la imagen con la que se encontraron los invitados al entrar al llagar, nos despedimos hasta la semana que viene.
Fotos Cristina Cañibano