Para muchos verano es sinónimo de vacaciones, destinos paradisiacos, colores vivos…y para nosotras eso también es sinónimo de boda. Esta semana os queremos enseñar una muy especial que decoramos en el Palacio de Meres este verano. Ya sabéis que está en Asturias pero aquel sábado parecía Mallorca, sol y calor incluidos.
Las buganvilias, que tan bonitas lucen en fachadas y jardines, fueron las elegidas para el ramo de Sofía que era veraniego y muy especial.
La ceremonia es un momento emotivo, celebrarla en el jardín, entre los muros y los árboles que rodean al Palacio, hizo que fuera inolvidable.
La decoración era sencilla porque se necesitaba poco, ese es uno de los encantos que tiene Meres, que desnudo ya está prácticamente vestido.
De un jardín pasaron a otro, unos pocos metros separaban Asturias de Mallorca. Puede parecer imposible pero siendo en novio piloto fue fácil volar de un sitio a otro en un abrir y cerrar de ojos.
Decoramos todo con telas mallorquinas, limones que son típicos de la zona, capazos y mucho color. Queríamos hacer algo acogedor, sencillo porque el verano no es complicado y alegre porque había mucho que celebrar.
La mantelería blanca cedió todo el protagonismo a las servilletas hechas con tela mallorquina que nos trajo la novia. Los centros fueron una combinación de distintos cacharros y flores buscando el color de las servilletas.
Decorar puede ser igual que leer: una forma de viajar sin moverse del sitio.
Las fotos son de Macusa Cores.