Una boda en el campo

Ahora que se acerca el buen tiempo, nos ha venido a la cabeza una boda muy especial organizada por Petite Mafalda.

Empezamos por el ramo de novia, con unas peonias blancas que “despeinamos” ligeramente con algo de verde para acompañar al impresionante vestido que Jorge Acuña había diseñado para ella.

A los novios les gustaban los tonos azules, así que elegimos las hortensias de ese color para la Iglesia de San Esteban de Leces. Tratamos de recrear la vegetación de la zona de una manera espontánea, reflejando la frescura del verano en el norte.

La decoración estaba centrada en cuatro puntos: la entrada, el inicio de los bancos, el altar y el retablo, creando una especie de camino y arropando a los novios de una manera simbólica. El suelo nos pareció tan bonito, que nos pareció imposible superarlo con una alfombra.

La celebración fue el Palacio de Cutre que, por deseo de Angela y Álvaro, estaba totalmente vegetado. Utilizamos muchísimos helechos, hortensias, ramas de eucalipto… el olor que se desprendía era impresionante.

Se utilizó una mantelería blanca para crear contraste con las servilletas de cuadros de vichy y con todos los centros, destacando la mesa presidencial con un gran árbol.

Gracias a Días de Vino y Rosas por un reportaje tan bonito de nuestro trabajo, así podremos recordar siempre esta boda y a los novios por compartirlo.

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