Todas las navidades decoramos muchos sitios: unos grandes, otros pequeños, algunos emblemáticos, otros nuevos…pero hay un lugar especial para nosotras: La cuadra de Antón.
Conocimos a sus dueños, un encantador matrimonio formado por Manuel (al que llaman Lito) y Manuela, a través de una decoradora ovetense y empezamos a trabajar con ellos hace muchos años, casi veinte: primero en la calle Campomanes y ahora en González Besada.
Cada año hacemos algo diferente, nos dan carta blanca y se nos ocurren mil ideas para llenarla de colores. Es una de las ventajas de trabajar con gente que no tiene miedo de romper esquemas, que la creatividad se desborda.
Es una pena no tener fotos de todos los años, pero tirando de archivo hemos podido rescatar alguna. Cada temporada es diferente pero todas tienen algo en común: la teatralidad.
Hubo un año en el que llenamos el techo de luces, aunque estuviera nublado se podían ver las estrellas en la cuadra. El espíritu de la Navidad logra lo imposible.
Otro año sembramos gorros de Papa Noel por todos los rincones, unos rígidos y otros enroscados, en el techo y en el suelo. La Navidad se subía por las paredes.
Otro diciembre dijimos a la Navidad “verde que te quiero verde” y ese color fue protagonista junto con cientos de estrellas flotantes.
Otro año nevó y al siguiente lo llenamos con un rebaño de ovejas. Para nosotras es un regalo recibir la llamada de Lito y Manuela año tras año, un regalo tan grande como aquellos paquetes con los que llenamos la cuadra una Navidad.
Emma Baizán.