La casa donde crecemos es siempre un lugar especial. Son muchos los recuerdos y vivencias que se amontonan entre sus paredes, muchas las horas jugadas en los jardines que la rodean, concretamente toda una vida. Por eso no nos extrañó nada cuando Ángela nos contó que pensaba celebrar allí su boda, por eso y por lo bonita que nos pareció cuando la fuimos a conocer. Una casa del siglo pasado diseñada por el arquitecto Rodriguez Bustelo, de grandes ventanales y rodeada por unos exteriores donde imaginamos una celebración familiar y bonita.
Ángela decidió vestirse en su casa y allí fueron Lorena Carbajal y Julio de Peluquería Suarez para dejarla radiante.
El vestido fue un diseño de Covadonga Plaza que surgió a partir de un cuerpo que había traído de un anticuario de París y que restauro para ella.
El ramo tenia el romanticismo de las rosas de jardín, de distintos tamaños y tonos suaves, ligeramente desestructurado que parecía recién cogido del mismo jardín que se veía desde la ventana.
La misa se celebro en la Catedral de Oviedo. Acompañamos la llegada de la novia desde la puerta hasta los pies del Altar mayor con copas de piedra.
Quisieron apostar por una decoración fresca y veraniega que colocamos a los pies del altar en distintas copas, jugando con distintos colores y flores.
Habían entrado muchas veces en casa pero fue la primera vez que lo hicieron como marido y mujer. Eso merecía un baile ,un camino de flores y una foto para recordarlo siempre.
El aperitivo se sirvió en un acogedor rincón del jardín. Aprovechamos los arboles para crear los distintos escenarios en el que no pudo faltar un rincón de la sidra porque la familia del novio era de fuera de Asturias.
Por las ramas se fue uno de los dos protocolos de mesas, el otro, lo colocamos en la verja de la casa y es que a veces, no hay nada mejor dar otra vida a algo que ya tiene una.
El almuerzo tuvo lugar en una carpa instalada junto a la piscina en la que los invitados mas jóvenes se dieron un chapuzón. Deloya jugo con mantelerias lisas y estampadas en tonos grises.
El primer baile fue bajo un cenador antes de que terminara la tarde, el ultimo cuando ya empezaba a amanecer.
Las fotos son de Mercedes Blanco