Una novia de invierno

Cuando sonó el teléfono y vimos que eran Irene y Vicente de My Noah Candy les dijimos que sí antes de saber de qué se trataba y es que cualquier cosa que nos propongan siempre es un buen plan. En este caso era un shotting ambientado en el invierno en un lugar que no conocíamos y que ahora no vamos a olvidar: el palacio de Figueras.

La idea era hacer una boda de invierno, una época preciosa en la que cada vez se anima más gente a dar el sí quiero y es que son celebraciones preciosas, románticas y especialmente acogedoras.

El traje de la novia, diseñado por Nicolás Costura, era precioso. Mezclaba dos tonos y texturas diferentes y a nosotros nos recordaba a las primeras nieves de la temporada.

Por eso pensamos en un ramo sin verde, con ramaje otoñado, tonos malvas y morados. Tenía un aspecto “congelado” como si el tiempo no fuera a pasar por él.

Para la mesa pensamos en algo muy barroco, con muchas velas a distintas alturas y mezclando telas. La idea era crear algo acogedor, romántico y muy especial. Con tonos propios de la estación, pero distintos a los habituales de la Navidad.

Ha sido un placer coincidir con todos los compañeros en un lugar tan bonito, nos vemos en las últimas bodas del año.

Hector Torra, Barbareando, Yasmina Riera Maquilladora, Calzados la Jaula, Eva Vidal y nuestra modelo Claudia M Fernández.

Todas las fotos las hizo Pelayo Lacazette

Unos novios inolvidables

De Paula y Eduardo no nos vamos a olvidar nunca. Fueron los últimos novios que recibimos en la tienda justo antes de que empezara el confinamiento. Recordamos perfectamente que vinieron con sus padres y que estuvimos un rato viendo opciones y hablando de mil cosas.

La pandemia les cambió muchas veces los planes, pero ellos siguieron, y podemos dar fe de ello, igual ilusionados que el primer día.

Y como nunca llovió que no parara, llegó su momento y pudieron celebrar la boda que siempre habían soñado.

Paula nos pidió que los girasoles fueran protagonistas de la decoración y nos pareció un precioso símbolo de alegría y esperanza. Así que, además para hacer su ramo, nos sirvió de inspiración para la ceremonia que tuvo lugar bajo un árbol centenario por el que hicimos trepar una enorme guirnalda.

Fue una boda divertida y alegre, y es que las celebraciones reflejan a sus protagonistas y ellos son así.

La celebración fue muy divertida y familiar, con una mesa presidencial muy larga porque, con tanta gente querida, cuesta elegir a quien tener cerca ese gran día.

Fotos: Eduardo Ezequiel Photo