Ha empezado la primavera y no sólo viene cargada de flores: las primeras comuniones son protagonistas de esta época y de las imágenes de un trabajo muy especial que queremos enseñaros hoy.
Todo empezó hace tiempo. Charlando con Cati Tartiere, que comenzaba con su blog “estamlaqueyolodiga”pensamos que estaría bien hacer algo entre amigas. A todas nos encanta lo que hacemos y también estar juntas, por eso nos pareció una idea preciosa mezclar las dos cosas y hacer esta sesión.
La casona de San Andrés y su luz, hacía tiempo que había enamorado a Mercedes Blanco así que… decidido; recrearíamos una primera comunión de niñas en una “casona asturiana”. Mónica que, además de presentar unas mesas maravillosas, lleva toda la vida con nosotras, sería la encargada de diseñar y trenzar las coronas de flores que acompañarían los vestidos de nuestra amiga Marta García-Conde. Cati se ocuparía de dar forma a los menús . Avisamos a Patricia Ibarrondo, que hace una papelería ideal y Patricia Avilés que hace unas medallas más que bonitas. Semanas más tarde, en San Andrés, pasamos un sábado estupendo y eso que llovía a mares.
Como sabemos que las madres están deseando tenerlo todo organizado, hemos decidido empezar hablando de las niñas y la semana que viene de la decoración.
Cuando en la tienda planteamos una corona o tocado, una de las primeras cosas que pensamos es que las niñas son niñas y, aunque al principio están muy quietas, luego no paran de jugar y moverse. Eso fue lo que nos llevó a buscar flores que parezcan naturales pero que en realidad no lo son. Así ellas pueden disfrutar sin tener que preocuparse.
Si el vestido elegido tiene algún detalle en color, se puede usar como punto de partida para las flores. Los de Marta García-Conde nos inspiran coronas muy especiales. Nos encanta que venga a la tienda a enseñarnos trocitos de puntillas, encajes antiguos y cintas con las que hace los vestidos. Es una artista y trabajar mano a mano con ella es siempre un placer.
África y Marina, estaban ideales con las cintas de terciopelo a juego de sus coronas en fucsias, rosa viejo, granates… Parece mentira lo que favorecen las flores en la cara de estas niñas.
Mónica sabe perfectamente lo que le favorece a su hija, le hizo a África una corona de hiedra que bajaba por sus hombros como la que sube por las paredes de la casa. La pintamos un poco de dorado para que encajara perfecto con los toques de oro del vestido. Marta eres una artista.
La mirada de Ceci quita el habla. Es una niña intensa y encantadora.La media corona con hortensias secas rositas y flor de arroz, no le podía quedar mejor. Daba gusto verla posar para su madre…
Clara tiene una cara preciosa. Llevaba una corona de rosas y eucalipto verde grisáceo a juego con el día y con la cinta del vestido. Que encajara también con el color de la contraventana prometemos que fue casualidad!
Los clásicos vestidos de comunión, enteramente blancos, se prestan a alegres contrastes. Para los que llevaban María y Paloma pensamos en ranúnculos, peonias, cosmos, mimosas, alelíes…
Princesas convertidas en top-models por un día.
Desde luego, no se puede negar que somos un equipo: Cintas, coronas, medallas, verdes, dorados, malvas…. cada cosa en su sitio y Mercedes recogiéndolo todo con su cámara.
No podemos olvidarnos de las hermanas e invitadas de las niñas que reciben la primera comunión, que viven con mucha emoción ese día y también quieren formar parte. Por eso hemos pensado en algún detalle más pequeño pero igualmente especial.
Hay tantas posibilidades que no pudimos fotografiarlas ni hacerlas todas. Lo mismo pasó con los colores y las mezclas de flores. Los diseños pueden ser más grandes, más pequeños y colocarse de una forma u otra: coronas, tocados, medias coronas, prendedores…
Aunque una imagen vale más que mil palabras, y si os apetece que vuestras niñas vayan así de guapas ese día lo mejor que hacéis es pasaros por la tienda con ellas y que se prueben las coronas. Tenemos muchísimas y un espejo enorme para que se miren y se miren y se miren….
Con Mónica estaréis en las mejores manos. Ella es capaz de hacer auténticas maravillas y de dar vida a las flores de una manera especial. La ocasión así lo merece.
Queremos dar las gracias a Ceci, Marina, África, Clara, María y Paloma por su sonrisa constante, por lo bien que aguantaron el frío sin quejarse, por lo fácil que fue trabajar con ellas, por aguantar con los vestidos puestos sin arrugarlos y por salir tan guapas en las fotos.Y también a Marta y a Mónica por vestirlas, desvestirlas, peinarlas, despeinarlas y cuidarlas todo el día.