Que las bodas de invierno están de moda nos parece indiscutible, pero no estamos de acuerdo en que tengan que ser todas iguales: el invierno tiene mucho que aportar.
Una buena y bonita forma de demostrarlo fue la boda de Cristina y Joaquín, que se casaron el 5 de diciembre.
Mercedes Blanco, fotógrafa y amiga ya adelanto la semana pasada los primeros detalles y nosotros recogemos el testigo para contaros un poco más. (Pincha aquí)
Cristina quería que su boda tuviera un aire navideño, algo sutil pero para nada evidente. Otra lectura de esta época, que parece que siempre se cuenta la misma historia.
Para su ramo buscamos rosas de distintos tonos y tamaños, buscando darle movimiento y frescura. Lo atamos con una cinta de tercipelo color topo que hacia juego con su velo de Teresa Palazuelo.
La celebración tuvo lugar en el Palacio de la Riega, aunque estábamos en diciembre, el día fue primaveral, así que el aperitivo que inicialmente estaba previsto en el interior, se sirvió en la terraza.
En el bodegón de bienvenida que colocamos a la entrada, podía leerse el menú servido por Nacho Manzano y que la Navidad estaba cerca.
En el salón montamos un árbol de Navidad, pero no uno cualquiera: un abeto natural de tres metros adornado por eucalipto dorado, hortensias secas y piñas. A sus pies colocamos un nacimiento de piedra.
La chimenea encendida daba un toque muy hogareño. Pero no era el único fuego que había, colocamos cientos de velas en distintos rincones para potenciar esa magia que tienen las mañanas de invierno.
El arranque de las escaleras fue otro de los rincones que quisimos destacar y pocos fueron los que se resistieron a fotografiarse en ellas.
A la entrada de la carpa donde iban a almorzar estaba el protocolo de mesas donde hicimos una representación de la naturaleza en esa época del año, mezclando flores, hojas y frutos.
Los bajoplatos granates y copas verdes de Nacho Manzano fueron el punto de partida para decorar las mesas. Nos inspiramos en las montañas que es donde se vive el invierno más intenso, con la nieve blanca y una naturaleza intensa y viva.
No podíamos imaginar mejor boda para terminar un año lleno de celebraciones inolvidables y para empezar otro igual, o mejor.