La semana pasada hablábamos de las comuniones y hoy os enseñamos la más especial que hemos tenido este año, tenéis que perdonarnos las demás pero es que su protagonista es hija de Mónica. Su madre es muy importante para nosotros, forma parte del equipo y de la familia. Queremos tanto a esa niña como si fuera hija nuestra y por eso vivimos todos los preparativos de una manera muy especial.
El vestido se lo hizo Marta García-Conde a su prima Cova y fue tan especial que Afri quiso llevarlo dieciséis años después. Con Marta no compartimos apellidos pero es como si fuera de casa, así que fue un gusto ir a verla para las pruebas que siempre acababan con un aperitivo. Aparte de ser amiga es también una artista, no hay nadie como ella y supo volver a superarse de nuevo.
Fotos: Mercedes Blanco
El vestido llevaba en el cuerpo unas florecitas bordadas en tonos malva y verdes, esos tonos junto con su pasión por el ballet le dieron la pista a su madre para trenzar un tocado de flores que acababa en el moño que ella misma se hizo.
Marta diseñó una capita a juego con el vestido que quitaba el frío y hacia el vestido todavía más especial.
Foto: Mercedes Blanco
Mercedes Blanco, a la que todas queremos mucho y fue compañera de Mónica del colegio, participó en este momento tan especial dejándonos unas fotos que aparte de ser preciosas son para siempre.
Fotos: Mercedes Blanco
Afri recibió la comunión en el colegio San Ignacio junto con sus compañeros de clase. Fue una ceremonia preciosa que vivimos todos con mucha emoción. A la salida fue recibida con muchos besos por todos, especialmente de sus amigas que no perdieron detalle de todo lo que pasaba.
Después pusimos rumbo al Club de Tenis. Eso era lo único que sabía Afri porque lo que allí le esperaba fue una autentica sorpresa.
El ballet y el color turquesa fueron el tema de conversación de varias tardes en la tienda. Queríamos hacer algo tan especial como ella y queríamos que fuera así desde el principio, desde la misma puerta.
Paula de Living las bodas nos diseñó un cartel precioso y Mónica hizo una corona de tul donde coloco su par de puntas de ballet.
Adornamos la pared con un regalo que hizo su tia Vir, unos carteles donde Afri era la primera bailarina de una de sus obras favoritas en el Teatro Campoamor.
Llenamos la chimenea de bailarinas y flores, por poner, pusimos flores hasta en las letras de su nombre. Queríamos que todo reflejara alegría.
El mantel de la mesa de los niños era de su color favorito: azul turquesa. De los jarrones salían bailarinas y peonias de tul. La vajilla y las servilletas tenían los mismos colores y protagonistas.
Para los mayores apostamos por manteles blancos y flores en los tonos de la fiesta. Las servilletas eran de la colección de liberty de Mvistetumesa , que tambien nos trajó los bajoplatos. Los marcasitios tenían el mismo dibujo que el recordatorios de Pepe, pepa y cia.
No podía faltar el rincón de las chuches, un lugar que recibió muchas visitas a lo largo del día y que tenía dos fuentes llenas de unas galletas muy especiales: unas eran regalo de Elena, intima amiga de la familia, que las hizo y envió desde Mallorca.
Los brownes de Isabel llevaban un ingrediente especial: el cariño y eso se notó tanto que se acabaron rapidísimo.
Recibió muchos regalos pero para nosotras el mejor de todos fue ella.