La celebración fue toda al aire libre y eligieron escenario la Hostería de Torazo con las montañas al fondo y ese paisaje tan verde y asturiano.
Para hacer el jardín más acogedor se instalaron unas carpas tensadas y una zona con sombrillas. Nosotras acotamos el espacio con distintos bodegones para dar forma a la idea que tenían los novios: una celebración tipo cocktail.





Para que nadie se perdiera nada hicimos un bodegón con una pizarra en la que contábamos todo y hasta nos dio hambre escribirlo.




Fue una boda increíble, fueron unos novios valientes. Fue inolvidable y es que casarse en medio de esta locura fue lo más razonable para ellos. Y por eso no nos extraña que Vogue quisiera contarlo porque fue una boda de revista.



Fotos: días de vino y rosas