Volvemos a estar por aquí después de uno de los veranos mas atípicos que recordamos y también difícil de olvidar. Este año hemos tenido problemas para que entrara todo en el maletero pero en vez de equipaje llevábamos flores, jarrones y plantas. Hemos hecho muchos kilómetros pero la mayoría sin salir de Asturias. Hemos estado en casas, palacios, hoteles donde nos hemos quedado a soñar en vez de a dormir. Y… ¿sabéis qué? No lo cambiamos por nada, nos encanta nuestro trabajo y nuestros novios.
Hemos vivido un verano precioso lleno de bodas diferentes y parejas únicas. No hemos parado y todavía nos quedan por delante unos meses de mucho movimiento.
Para compensar nuestra ausencia os hemos preparado un “popurrí” de fotos de estos dos meses, necesitaríamos mucho mas de dos post para que vierais todas las que os queremos enseñar, pero tenemos tiempo y un curso entero por delante para hacerlo ¿no?.
En sesenta y dos días da tiempo a todo: a bodas civiles y religiosas, urbanas y campestres, pequeñas y grandes…
Palacio de Meres.
Hemos hecho ramos con todas las flores posibles y de todos los colores: uno partiendo de un tocado de Le touquet, otro con unas flores que tenían un significado especial, otro en los mismos tonos que los zapatos, cada uno tenía su historia y todas eran preciosas.
Al norte del norte.
La semana que viene os seguiremos contando más cosas de nuestro verano, que si una boda da para mucho, imaginaros un montón…