Unas cintas y doce botones fueron del vestido diseñado por Isabel Nuñez, junto con el tocado en tonos plata de Suma Cruz, la inspiración que necesitamos para idear el ramo de Virginia. Era especial: una mezcla de Eucalipto, Senecio, Tanacetum y Antirrinos. Ligeramente despeinado.
Virginia confió en Peluquería Suárez y en Lorena Carbajal para estar guapísima, además de radiante, el día de su boda.
La ceremonia se celebró en esta misma época del año en la Iglesia de San Julian de Somió. Pensamos en una decoración otoñal con brezo, hojas de magnolio y helechos.
Para celebrarlo eligieron el Palacio de la Riega. La luz del otoño y las vistas de la ciudad de Gijón hicieron que el aperitivo fuera inolvidable.
Las wedding planners The Big Day se encargaron de que todo saliera perfecto para que los novios solo tuvieran que centrarse en disfrutar.
Una de las piezas de la cristalería era verde y los bajoplatos granates, ambos de Nacho Manzano, nosotras utilizamos esos mismos tonos para los centros.
Para la mesa presidencial nos pidieron un mantel diferente al resto y nos decidimos por uno a todo color de Mvistetumesa. Pusimos más velas para darle mayor protagonismo.
Nos había pedido que dividiéramos su ramo porque quería compartirlo con tres personas muy importantes para ella.
El vals lo bailaron en la terraza, bajo un cielo de estrellas y las bengalas que llevaban sus invitados.
El reportaje es de Liven y nos ha costado mucho elegir estas fotos, teníamos ganas de publicarlas todas.