Una boda a finales de verano (parte2)

Para la celebración eligieron el Club de Tenis, al que se llegaba desde la Iglesia de la Corte dando un paseo. Allí empezó un aperitivo en la terraza que está junto a las pistas mientras los novios aprovechaban para hacerse unas fotos y disfrutar de los primeros minutos de casados.

La novia se quitó el velo y se soltó la trenza con la que llevaba recogida su preciosa melena rubia.

El sitting plan surgió a partir de unos dibujos de María Abascal que al unirse creaba un dibujo precioso. Lo montamos sobre espejos antiguos y lo decoramos con copas de piedra y cestones llenos de brezos, hortensias, hiedra…

En el interior del club los salones estaban preparados para recibir a los invitados. Para el almuerzo elegimos un centro único de cerámica para las mesas manteniendo el colorido de toda la boda.

Fue una celebración llena de risas, de abrazos y de mucho, mucho amor.

Fotos: Álvaro de Reina

Una boda a finales de verano (parte 1)

Septiembre tiene algo maravilloso que enamora a los novios y hace que lo elijan como mes para darse el “sí quiero”.

Cris nos enseñó su vestido de Teresa Patiño y los zapatos que había elegido en rosa viejo porque le encantaba ese color y de golpe, empezaron a surgir ideas para decorar todo en ese tono, que además encajaba de maravilla con la época del año, en la que tenemos con primeros brezos y las hortensias agostadas.

Para la ceremonia eligieron la Iglesia de la Corte, así que nos pusimos a pensar cómo llevar esas tonalidades a las escaleras de piedra de la entrada y a su altar.

Al ser todavía verano, los cestones nos parecieron un soporte especial para darle un aire fresco, a lo que también ayudó utilizar distintos verdes.

A su salida, ya convertidos en marido y mujer, estuvieron arropados por todo el colorido de las flores y el cariño de sus familiares y amigos.

Fotos: Álvaro de Reina

En el pueblo de Luis (parte 2)

La celebración fue en el “prao de la romería”, un lugar en el que se han vivido los momentos más divertidos de la vida en el pueblo con unas vistas maravillosas y rodeados por árboles centenarios.

Casa Gerardo preparó una boda tipo cocktail llena de propuestas sorprendentes y sabrosas, como siempre acostumbra y que podían leerse en un gran bodegón. Fue un placer organizar todo con Noemi, que siempre nos hace el trabajo fácil y ameno.Para que los invitados estuvieran cómodos se colocaron muchas mesas y sillas y cada uno se fue sentando donde quiso.

Para la decoración pensamos en todo momento en algo muy natural, con flores y ramas que parecían recién cortadas del campo, todo muy silvestre, fresco y alegre.

Estamos seguras de que los invitados nunca olvidarán este pueblo ni esta boda.

Fotos: Pelayo Lacazette

En el pueblo de Luis ( primera parte)

Cuando Marta y Luis vinieron a contarnos que se casaban y nos enseñaron el lugar, nos quedamos maravilladas. En pleno Redes, justo donde termina la carretera. Por eso no nos extrañó nada que la novia, al conocer el pueblo del novio, no quisiera casarse en otro sitio que no fuera en la ermita y en el prao de la romería.

El día anterior cayó el diluvio universal, pero la mañana de la boda amaneció un día precioso. Los preparativos fueron familiares y divertidos, tranquilos igual que es la vida en los pueblos.

El ramo estaba inspirado en la naturaleza salvaje, despeinado y libre, con peonias blancas y ramitas de eucalipto.

Los autobuses llegaron hasta donde pudieron y el resto del camino lo hicieron dando un paseo los invitados.

Decoramos la ermita inspirándonos en las decoraciones típicas de las romerías, dándole mucho protagonismo a las hortensias y trenzando una gran guirnalda para el altar.

La semana que viene os enseñamos más.

Fotos: Pelayo Lacazette