[Cada semana, yo Emma, suelo ir a la tienda, me cuentan la siguiente boda y me llevo las fotos junto con una hoja en la que tomo nota de todos los detalles y con eso escribo el post. Esta vez no hizo falta porque yo estuve allí, lo viví en primera persona y sabía todo lo que me iban a contar. Así que, directamente, empezamos.]
Han conseguido que la palabra “señorita” no esté ligada solo a pizarra, tiza y colegio sino también a flores de liberty, chapas grabadas y moda infantil. Y eso solo lo podían hacer ellas por eso esta boda nos hacia tanta ilusión, también por el enorme cariño que le tenemos a su madre, Belén. Especialmente Bea, que la conoce desde hace muchos años y a sus hijas desde que iban en cochecito.
Vinieron a vernos con un trocito de tela estampada y eso fue suficiente. Había que sacar las flores y colores de aquel tejido, querían algo alegre y sencillo, como ellas.
Los meses previos además de nervios hubo mucho trabajo ya que se encargaron de los vestidos de arras, las pulseras para algunos de los testigos, chapas para los ramos, detalles para los invitados y cintas para las alpargatas de la novia y para las bailarinas de la niña de arras.
El vestido de novia de Nicolás Costura tenía una caída preciosa y un cuerpo de encaje realmente especial.Contó tambien con Lorena Carbajal y Julio de Peluquería Suárez que la dejaron impresionante.
Rocío no sabía muy bien cómo iba a ser su ramo, solo que mantendríamos los tonos que nos había marcado y que llevaría olivo. Fue un regalo que recibió, acompañado de una caja de Seda y papel.
Ella misma grabó los nombres de sus abuelos en una chapa con forma de corazón que llevaba atada al ramo con una cinta de tela.
Mezclamos cardos para lograr el tono azul de la tela, olivo, rosas blancas..
La hermana de la novia, y yo, que soy como de la familia, llevamos tocados hechos por Mónica. Para Maca mezcló flores y colores distintos porque su vestido era liso y para mí, como llevaba un mono estampado, pensó en algo de un único tono.
La ceremonia fue en la Capilla de Santa Ana, aunque llovió durante los preparativos tuvimos la suerte de que parara a tiempo para la llegada de los invitados y de la persona más esperada, la novia, que lo hizo muy bien acompañada por su sobrino Guille, Teresa y María que llevaba un mini capazo lleno de olivo y eucalipto.
La semana que viene…continuará.
Fotografías: Cris Díaz Foto