Hoy queremos enseñaros una boda muy especial que tuvimos a finales de verano en Luanco. Fue un enlace organizado en 15 días, pero con la misma ilusión y todavía más ganas si cabe que si hubieran tenido todo el tiempo del mundo.
La novia es médico y encontraron en el 18 de septiembre la fecha perfecta para casarse y celebrarlo.
Andrea se puso en nuestras manos y le hicimos un ramo tan grande como su emoción y es que, ni cuando le llamábamos en plena guardia, perdía la sonrisa.
El lugar elegido fue Luanco por el significado que tiene para la familia de la novia. Al lado del mar y con todo el verde de Asturias, poco más se puede pedir.
La ceremonia se celebró en Santa María, una Iglesia que nos encanta. Decoramos con el mismo esmero el interior y el exterior por si algunos invitados tenían que quedarse fuera. Hicimos centros despeinados, con mucho ramaje y un ligero toque color blanco.
Se notaba en el ambiente una gran alegría y es que cuesta creer, después de tanta incertidumbre, que todo estaba saliendo como habían soñado. Pero era realidad y todo el camino recorrido había merecido la pena.
Fotos: Cristina Cañibano