El mismo azul del tocado de la novia, de los trajes de los niños de arras y del vestido de la madrina siguió siendo protagonista en el aperitivo en el que contamos con unas grandes aliadas: las hortensias.
Carmen y Luis querían trasladar la frescura de un día del verano al patio interior donde se celebraba el almuerzo.
La mesa presidencial, colocada en el centro para que todos los invitados les vieran desde su sitio, tenía un adorno diferente a lo habitual y es que sustituimos las flores por frutas. Concretamente por todas las que había en el resto de mesas y es que una tenía manzanas, otra limones, melocotones…. Una manera preciosa de tenerlos a todos presentes.
La novia disfrutó de cada hora que duro su boda desde el principio hasta que marchó el último de sus invitados.
Imágenes: Pelayo Lacazette