Todos los años viajamos a París en esta época del año, vamos juntas a la Feria que se celebra en la ciudad a buscar inspiración, llenarnos de ideas para hacer cada temporada algo especial y diferente.
Durante la pandemia tuvimos que hacer las compras por catálogo y la sensación era totalmente diferente. No veíamos los colores, no se apreciaba la calidad… todo era más frío e impersonal. Volvió la normalidad pero a la feria le costó arrancar y por fin este año se ha vuelto a llenar de vida como antes. La sensación vuelve a ser emocionante por la cantidad de opciones que hay y el entusiasmo que se respira.
Nos apasiona el proceso de ir añadiendo piezas nuevas que poder ofreceros para vuestros eventos y casas. También llenar la tienda de cosas bonitas para que podáis regalar.
Pero no solo volvemos con aquello que compramos en la feria, París es en si misma una ciudad llena de belleza. Sus calles y escaparates son una fuente de inspiración. Flores, mezclas de texturas, ideas rompedoras… las tendencias se dejan ver en la ciudad del amor , de la moda y del color.
Volvemos con la cabeza más llena que la maleta, y eso es decir mucho.