Lucia quería que su boda fuera igual de bonita que la de su hermana y a la vez, completamente diferente. El lugar y la época del año coincidían pero nada más.
Marcos Luengo diseñó para ella un vestido de líneas rectas y buscamos el contraste con el ramo de rosas de jardín, eucalipto y olivo.
Para la decoración de Santa María de la Corte nos centramos en tres zonas: la escalinata, el inicio del pasillo y el altar. Mezclamos hortensias blancas, esparraguera, paniculata…
Los novios entraron al Real Balneario Las Caldas por el jardín, acompañados por todos sus invitados y el sonido de gaitas y tambores.
En el salón de los espejos estaba preparado el aperitivo. Como había muchos invitados colocamos un bodegón en el centro con todos los platos que iban a degustar antes de sentarse a cenar.
A Lucia le gustó tanto el protocolo de mesas de su hermana que nos pidió el mismo, pero le sorprendimos con algún detalle nuevo. La papelería era de Living las bodas.
Si en la boda de Marta el color del brezo fue el protagonista, para Lucia buscamos otro tono típico del otoño. Trabajamos mano a mano con Siapro para crear una iluminación que bañara todo de naranja, creando un ambiente muy especial.
La mesa presidencial era de mayor tamaño que el resto y estaba cubierta por un mantel de Mvistetumesa color calabaza.
Las velas colocadas a distintas alturas y las luces de verbena daban un toque romántico y acogedor.
El salón de los espejos se convirtió en una discoteca. Entre sus paredes disfrutaron de un concierto y una fiesta inolvidable.
Las fotos son de nuestra querida Mercedes Blanco.