África en el corazón

Esta boda fue muy especial porque los novios quisieron que, aunque su boda se celebraba en Asturias, África estuviera muy presente.

Lola y Pedro colaboran con la Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol, Emalaikat en unos proyectos en Turkana, África. Ellos están muy involucrados y no se imaginaban un día tan feliz sin ellos, así que nos pusimos manos a la obra para reflejarlo.

El ramo fue un regalo de una amiga Cristina Matossian.

La ceremonia fue en la Capilla de Santa Ana y nos pidieron una decoración muy verde, así que pusimos dos árboles arropando el retablo y vegetamos todo el frente del altar.

Cubrimos los reclinatorios de los novios con un kitengue, que son las telas africanas que utilizan las mujeres para vestirse y que tienen un colorido muy especial.

El día fue soleado, así que disfrutar del aperitivo estaba garantizado. Para teñirlo de color, usamos como manteles los kitengues que nos había traído Lola de África y el resultado fue espectacular.

El protocolo de mesas era colgante y tenía como protagonistas las misiones en las que está trabajando la comunidad. Lola se encargó de la papelería y nosotras disfrutamos mucho dándole vida sobre una cortina vegetada.

Para los salones nos hicieron una petición muy singular, no querían macetas ni recipientes, así que pensamos una decoración en la que las flores nacían directamente de los manteles.

Tal y como querían, pudieron hacer el baile y la fiesta en el jardín.

Todo maravilloso, como ellos.

Fotos: Darío Martínez.

Un arco de sables

Y de la boda de la hija de unos amigos pasamos a la boda de una amiga de nuestros hijos. Muy emocionante también porque conocemos a Carolina desde que era una niña y eso hace que lo vivamos todavía con más intensidad.

Quería un ramo de margaritas y nos apetecía hacerle algo especial así que mezclamos dos tipos: aster y matricaria, logrando un aire más despeinado. Finalmente añadimos un poco de eucalipto y lo atamos con cintas largas de colores para que tuviera movimiento.

Su boda fue en septiembre en Valdesoto y para la Iglesia le apetecía un adorno importante pero que no quedara sobrecargado. Pensamos en darle el colorido de la naturaleza en esa época del año en la que el final del verano se junta con el principio del otoño y surge una gama cromática realmente particular.

A la salida de la Iglesia fueron recibidos por un arco de sables hecho por los compañeros de Borja, vestidos todos con sus uniformes de gala.

Uno de los árboles del palacio nos inspiró un sitting colgante y es que nos encanta integrarnos en los espacios que decoramos para sacarles todo el partido que tienen.

Ya en el interior, separamos en salón con un bodegón separando los dos ambientes, el del almuerzo y el de la fiesta.

Para decorar las mesas encontramos unos recipientes de bambú que iban a juego con las lámparas de Valdesoto, además daban un aire fresco que era perfecto para la época del año y la hora del día.

A la novia le hacía mucha ilusión compartir su día y nos encargó muchos ramos para sorprender a sus invitadas más especiales.

Y después de ver tantas flores, quedaban unas más. Un tocado exagerado que puso el toque de color al cambio de look de la novia para disfrutar del baile. Nos pidió algo único y nosotros nos inspiramos en ella.

Fotos: Pelayo Lacazette