Una boda en el campo

Ahora que se acerca el buen tiempo, nos ha venido a la cabeza una boda muy especial organizada por Petite Mafalda.

Empezamos por el ramo de novia, con unas peonias blancas que “despeinamos” ligeramente con algo de verde para acompañar al impresionante vestido que Jorge Acuña había diseñado para ella.

A los novios les gustaban los tonos azules, así que elegimos las hortensias de ese color para la Iglesia de San Esteban de Leces. Tratamos de recrear la vegetación de la zona de una manera espontánea, reflejando la frescura del verano en el norte.

La decoración estaba centrada en cuatro puntos: la entrada, el inicio de los bancos, el altar y el retablo, creando una especie de camino y arropando a los novios de una manera simbólica. El suelo nos pareció tan bonito, que nos pareció imposible superarlo con una alfombra.

La celebración fue el Palacio de Cutre que, por deseo de Angela y Álvaro, estaba totalmente vegetado. Utilizamos muchísimos helechos, hortensias, ramas de eucalipto… el olor que se desprendía era impresionante.

Se utilizó una mantelería blanca para crear contraste con las servilletas de cuadros de vichy y con todos los centros, destacando la mesa presidencial con un gran árbol.

Gracias a Días de Vino y Rosas por un reportaje tan bonito de nuestro trabajo, así podremos recordar siempre esta boda y a los novios por compartirlo.

Cientos de flores para Lara e Ignacio

Lara e Ignacio fueron una de esas parejas que se propusieron disfrutar de su boda no solo durante ese día, sino también durante los preparativos y lo consiguieron. Fue un gusto verlos decidir todo juntos y pasárselo genial durante todo el proceso. Además, contaron con la ayuda de Peonias Eventos para que todo saliera como estaba pensado.

De esta boda también recordamos con mucho cariño a Paula, la madre de la novia, con la que fue una delicia tratar.

Los novios eligieron la Iglesia de San Pedro para darse el “sí, quiero”. Al estar junto al mar pensamos en una decoración que transmitiera frescura en tonos verdes y blancos, igual que el ramo de novia que era desestructurado y con muchísimo movimiento.

La celebración fue en La Riega y el día que hizo fue espectacular. Les apetecía una explosión de color y eso fue lo que hicimos; llenamos de vida cada rincón del palacio con cientos de flores en tonos rosas, fresas y fucsias.

Queríamos que la decoración reflejara ese torrente de alegría y vitalidad que transmitía la novia, esa energía, esa sensación tan acogedora y agradable.

Los novios querían trasladar el colorido de los jardines que rodean al palacio al interior de la carpa y nos pusimos manos a la obra para crear una ambientación especial. Fue un proceso muy laborioso, pero viendo el resultado y lo contentos que estaban Lara e Ignacio mereció la pena cada hora dedicada.

Con la caída de la tarde se encendieron miles de luces y decenas de velas, además Siapro bañó toda la carpa con una suave iluminación rosada que hizo que fuera todavía más especial.

Fue una noche espectacular, la más corta del año (ya que era víspera de San Juan), pero nadie quería que acabara de lo bien que lo estaban pasando.

Fotos: JFK Imagen Social.