La cena previa a los Premios Princesa de Asturias

Octubre ha empezado y con él, además del otoño, llega uno de los eventos más esperados del año: los Premios Princesa de Asturias. Un acontecimiento que convierte Oviedo en el epicentro de la cultura con conferencias, exposiciones, mesas redondas y la entrega de los premios en el teatro Campoamor.

Una edición más tenemos el privilegio de encargarnos de la decoración de la cena después del sensacional concierto que ofrece la Fundación.

Una ocasión única que comparten los miembros del patronato con los premiados y que presiden los Reyes. Esto tiene unas implicaciones en cuanto al protocolo que nos llevan a trabajar mano a mano con el equipo de la Fundación para que todo salga perfecto.

Nos inspiramos en las nuevas tendencias en decoración que tienden hacia lo natural, lo suelto. Y tratamos de hacer algo diferente, aunque el evento sea siempre en el mismo espacio.

Todos los años os enseñamos la decoración de la edición pasada, pero esta vez os contamos lo que sucedió hace dos, ya que la pandemia cambió el año pasada la organización de todos los eventos que acompañan a la entrega de los Premios.

Después de varios años separando el espacio de la recepción y de la cena con diferentes elementos, pensamos en partir el salón en dos con una estructura que cubrimos con un mantel de hilo verde manzana. Jugamos con cristal a distintas alturas para que quedara ligero y le dimos movimiento mezclando flores distintas, pero todas en los mismos tonos: esparraguera, aster, talaspi, claveles, limonium…

Todas las mesas eran redondas, salvo la presidencial que era imperial y estaba colocada en un extremo del salón.

Cada centro de mesa llevaba un tipo de flor diferente en recipiente de cristal, salvo la presidencial que tenía todas las flores.

También decoramos las escaleras que hay detrás de la mesa presidencial para remarcarla y porque en los últimos años se ha convertido en un escenario improvisado desde el que se pronuncian algunos discursos.

Contamos los días para que empiecen los Premios y nos despedimos de la mejor manera posible, con los galardonados de este año pasaran a formar parte de la historia de la cultura y de nuestra ciudad.

Los Premios Princesa de Asturias de 2021 han recaído en la artista serbia Marina Abramovic (en la categoría de Artes), el escritor francés Emmanuel Carrère (en la de Letras), la escritora y activista feminista estadounidense Gloria Steinem (Comunicación y Humanidades). El economista indio Amartya Sen (Ciencias Sociales), la ONG Campaign for Female Education (Cooperación Internacional), la nadadora Teresa Perales (Deportes), el cocinero José Andrés y la ONG World Central Kitchen (Premio Concordia) y un grupo de siete investigadores que desarrollaron algunas de las vacunas: Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Uğur Şahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert (Investigación Científica y Técnica).

Bienvenido otoño

Octubre ya está aquí y no podíamos inaugurarlo de otra forma. Una boda otoñal nos parecía perfecta para despedirnos del verano y saludar al otoño, que no viene solo. Le acompaña una luz muy especial y el color de los brezos.

Esta boda se celebró el año pasado después de muchos cambios. Los novios tuvieron que reducir el número de invitados y eso, aunque inicialmente fue una pena, se convirtió en una oportunidad de cuidar cada detalle al máximo y hacer que todo fuera todavía más especial de lo que habían imaginado.

 Silvia nos contó que su vestido llevaba sutilmente un toque rosa y utilizamos ese detalle como hilo conductor, empezando por el ramo, totalmente otoñal y que mezclaba distintos todos que iban desde el rosa viejo hasta el granate.

La ceremonia fue en la Capilla de Santa Ana del Palacio de Meres, un lugar precioso en cualquier época del año pero que en otoño tiene una magia especial.

Como era una boda pequeña tratamos de darle un aire muy acogedor, con velas, mucho verde y el color de los brezos.

Después de una ceremonia entrañable y muy familiar, empezó una celebración en la que los novios pudieron compartir mucho tiempo con todos sus invitados ya que todos a los que estaban allí les unían lazos muy fuertes.

Durante el aperitivo, el otoño se reflejaba en cada detalle: el menú, el sitting plan, los centros que decoraban las mesas… todo encajaba como piezas de un único puzle.

Al ser una boda intima pudieron disfrutar de estar todos juntos en uno de los rincones más especiales del palacio: el patio. Allí hicimos un montaje bonito pensando para arropar a los novios en un día tan feliz e inolvidable.

Gracias por inaugurar una nueva estación.

La Mar Studio