La boda de Paula y Guille

Conocemos a Paula desde que era una niña así que imagínate la ilusión que nos hizo encargarnos de llenar de flores un momento tan importante. Empezando por la pedida.

Vimos juntas muchas fotos y le fuimos dando forma a la decoración. Le gustaban las hortensias y el color azul, y como la boda era en mayo, mezclamos las dos cosas.

Para el ramo nos inspiramos en el tocado de Suma Cruz y en su vestido de Isabel Nuñez. Bañamos en oro unas ramas de eucalipto que juntamos con rosas de jardín, astrantia, astilve… mezclando tonos blancos y cremas.

Nos trajo unas medallas con un significado especial para ella, que colocamos con mucho cariño en una cinta color eucalipto.

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Siguiendo los tonos del ramo, ambientamos la capilla del Palacio de Meres. Una guirlanda de hiedra y paniculata trepaba por el altar, iluminado por faroles. Dando ese aire ligero y romántico que tienen las tardes de primavera.

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Los niños de arras iban vestidos por Marta Garcia-Conde que nos encargo un tocadito en tonos dorados y gris, a juego con los trajes.

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El jardín era el escenario del aperitivo, donde el color fue protagonista.  Creamos varios bodegones y presentamos en pizarras las distintas propuestas culinarias del Real Balneario de Salinas.

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Los invitados se iban por las ramas para encontrar su sitio.Pensando en los que no lo veían claro, colocamos también varias gafas.

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Justo a la entrada del Palacio colocamos otro, rodeado de hortensias.

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Las mesas tenían nombres de ciudades que habían visitado juntos y que mejor manera de ilustrarlas que con una foto suya allí mismo.

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Elegimos candelabros de cristal y plata para acompañar a los floreros que decoraban las mesas.

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Entre esas cuatro paredes se vivieron momentos emocionantes que allí se habrían quedado de no ser por las fotos de Pelayo Lacazette.

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Fueron muchas las velas que encendimos para iluminar el vals. Y no les hizo falta soplarlas para pedir un deseo, porque ya se había cumplido.

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Si quieres leer lo que Casilda se casa publico de esta boda, pincha aquí.

 

 

 

 

 

 

 

 

Un poquito de sur

Y siguiendo con la idea de que el amor mueve montañas (y la decoración de alguna forma también) hoy queremos compartir con vosotros los detalles de la boda entre una asturiana y un cordobés.

El ramo de rosas de jardín, astrantia y sedum era delicado y romántico como el vestido creado por Lorenzo Caprile. Sencillo pero importante.

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Como el día anterior a la boda se celebró una espicha para recibir a todos los invitados que vinieron de fuera, la novia pensó que era buena idea ambientar la boda en el sur para que el novio y su familia se sintieran como en casa.

La celebración tuvo lugar en el Club de Regatas.  El camino hasta el aperitivo estaba enmarcado por faroles que daban un toque acogedor. El sonido del mar y unas espectaculares vistas de la cuidad de Gijón iluminada creaban esa magia que tienen las noches del verano.

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El sitting se montó en la terraza acristalada. Entre naranjos, gitanillas y begonias los invitados iban encontrando sus sitios a la vez que un poco de sur en el norte.

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En el comedor alternamos centros altos  inspirados en los campos de naranjas con otros más bajos  que recordaban a los balcones con macetas, unas llenas de flores y otras de luz porque eran velas, todos llenos de color y vida.

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Cada mesa estaba marcada con acuarelas de los distintos patios que sirvieron también para ilustrar las minutas. La cena pintaba bien.

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Los novios eligieron uno a uno el sitio de sus invitados y se lo hicieron saber con un marcasitios de cristal y con una flor diferente. Bonita forma de decir “sois muchos pero para nosotros eres único”.

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Hasta la buganvilia se subió por las paredes en una noche que, nos cuentan, se hizo de día bailando.

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El resto lo pusieron ellos.

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Donde estés tú, también estará el sur.

Mientras yo este, no perderemos el norte.

El reportaje fotográfico corrió a cargo de Bibiana Fierro 

Como una ola

Cuando pensamos en acabar el verano por todo lo alto a todas nos vino la misma boda a la cabeza, la de Ana Patricia. Por su frescura, color, decoración y alegría era perfecta para despedir como se merece una estación que nos tiene, igual que a los siguientes protagonistas, enamorados.

La novia llevaba un vestido diseñado por Nicolás Costura y una sonrisa que meses después no se ha quitado. La corona era todo un homenaje a la naturalidad de la que ella hacía gala y que nos trasmitió cada vez que vino a vernos.

Juan Fernández

El ramo de hortensias, peonias y rosas de pitiminí era ligero y colorido. Todo un homenaje al verano y sus flores.

Juan Fernández

La ceremonia se celebró en la capilla del Rey Casto y nos dejó imágenes como esta para el recuerdo.

Juan Fernández

Al otro lado de la plaza de la catedral, dentro del palacete de Rua Quince, aguardaba una puesta en escena que demuestra que el amor mueve montañas y playas si es necesario.

Juan Fernández

El Sitting plan era una colección de sus playas favoritas y tenía ilustraciones de las tablas de surf del novio y sus amigos pintadas a partir de las fotos que ellos les habían enviado sin saber muy bien para que eran.

Juan Fernández

Juan Fernández

En el centro del jardín creamos un bodegón con una tabla de surf de hace más de 40 años, perfectamente restaurada  que además de para decorar fue el regalo del padrino y tío del novio. Un momento inolvidable.

Juan Fernández

Un rincón con fotos antiguas saco sonrisas y permitió crear otras nuevas para el recuerdo.

Juan Fernández

Juan Fernández

Deloya fue el encargado de servir un entretenido aperitivo seguido de una comida y rematado por un lunch a la hora de la cena. Mantuvimos una decoración alegre y sencilla a base de hortensias.

Juan Fernández

Juan Fernández

Preparamos también unos ramos que regalaron los novios y que eran un canto a la inmensa alegría que quisieron compartir de una manera especial con algunos invitados.

Juan Fernández

Bodas así nos ponen las pilas y demuestran que el verano es algo más que una estación: una actitud como bien demuestra esta foto de JFK imagen con la que nos despedimos por hoy.

Juan Fernández

No queremos terminar sin recomendaros su blog: http://bartollinna.blogspot.com.es/2015_04_01_archive.html

Tan divertido y personal como su boda.