Cuando Susana vino a vernos nos dijo que quería pocas flores y mucho verde en su boda, a su madre al principio le asusto un poco pero a nosotros nos encantó la idea así que nos pusimos manos a la obra.
Para hacer el ramo nos inspiramos en los bordados de su vestido, diseñado por Covadonga Plaza y al que dimos vida con retama, romero, flor de cera, hiedra y un poco de eucalipto que plateamos. El ramo estaba dividido para regalarlo y llevaba unas medallas de La Señorita con un significado muy especial para ella.
A juego con el ramo y el vestido trenzamos un tocado que le coloco Bárbara de Barbareando después de peinarla, Lorena Carvajal le hizo un maquillaje tan natural como ella.
El verde no solo estaba en el ramo sino en toda la decoración de la boda y eso se veía desde fuera de San Juan ya que enmarcamos la barandilla con esparraguera, hiedra y paniculata.
Como la Iglesia es muy grande, jugamos con copas a distintas alturas para arropar a los novios. El toque blanco que daba la paniculata sobre el verde aportaba un poco de luz.
El aperitivo se sirvió en el hall del hotel Reconquista, vestimos la mesa central de nuevo con centros verdes y muchas velas para recibir a los invitados.
Como la boda era grande colocamos dos protocolos de mesas, uno en el propio hall y otro a la entrada del salón. Fue una sorpresa que Susana preparo para Pablo con ayuda de su padre, que pinta muy bien y recreo en unas acuarelas las casas de campo de los clubs de golf más emblemáticos del mundo y que daban nombre a las distintas mesas.
La decoración del salón fue un reto para nosotros, tenía que ser allí porque era el de mayor capacidad, suele usarse para congresos y había que conseguir darle una vuelta y que resultara muy acogedor.
El día antes de la boda, cuando estábamos en proceso de montaje Susana vino a verlo y se emocionó.(Por cosas así, nuestro trabajo nos parece el mejor del mundo).
Cubrimos todo el perímetro con candelabros de velas y verde, jugamos con la iluminación también para vestir las paredes y darle otro aire al espacio.
Cada mesa estaba marcada con la acuarela original. Como adornos usamos candelabros y distintos cacharritos plateados llenos de plantitas, helechos mini y hiedras de hoja pequeña para jugar con la luz y el verde.
Las fotos son de Mercedes Blanco con la que siempre es una maravilla trabajar.
Gracias Susana por dejarnos hacer, por confiar en nosotras y dejarnos formar parte de un día que lo era todo para ti.
El Invernadero 