La boda de Carmen y Andrés II

El aperitivo se celebró en el jardín. Para la ocasión hicimos distintos centros de inspiración campestre con un nexo de unión entre todos ellos, las flores que llevaba el ramo de novia: margaritas.

Para el sitting plan nos trajeron una papelería que nos pareció preciosa porque tenía un detalle que la hacía muy especial: el papel estaba bordado. Para resaltar ese trabajo artesanal pensamos en una puesta en escena sencilla con flor menuda, dándole así gran protagonismo.

Al ser una boda con muchos invitados, se hicieron dos protocolos de mesa, haciendo así que los invitados no tuvieran que esperar para encontrar su sitio.

Ya en el interior, todo giraba en torno al patio. Vegetamos el corredor para transmitir el frescor propio del verano. La mesa presidencial estaba en el centro y el resto distribuidas por los distintos salones del palacio.

Como cada mesero era único, nos pareció bonita la idea de que cada centro fuera diferente, así que los fuimos pensando uno a uno.

Fue todo muy especial y es que había muchas ganas de celebrar.

Fotos: Pelayo Lacazette

La boda de Carmen y Andrés I

Carmen y Andrés se casaron el año pasado y quisieron una boda tradicional.

La novia, en homenaje a su suegra, eligió las margaritas para su ramo. Nos pareció muy bonito que sus flores tuvieran un significado y lo creamos con mucho cariño, reflejando también el aire vaporoso y romántico que tenía su vestido.

Carmen disfrutó de los preparativos en una de las habitaciones del palacio, rodeada de su familia.

La ceremonia fue en la Capilla de Santa Ana. Nos pidieron una decoración que fuera sencilla y solemne para la parte más importante de su gran día.

Las hortensias blancas lucían imponentes en un adorno que nacía del suelo y trepaba por la fachada de piedra.

Para el altar, trenzamos una guirnalda muy frondosa que colgaba de un extremo a otro y colocamos varios velones que ayudaban a crear un ambiente muy especial y es que esta capilla es una de las más bonitas que tiene Asturias.

La ceremonia fue muy emotiva y estuvo marcada por la profunda ilusión de los novios por darse el “sí quiero”.

La semana que viene os enseñamos con más fotos de Pelayo Lacazette cómo lo celebraron.

La boda de Elena

Si hay algo que nos encanta de esta boda, es la ilusión que pusieron los novios en todos los detalles emocionales. Fue una boda cargada de significado y de momentos especiales que os vamos a intentar resumir en unas líneas.

Elena, aunque es asturiana, vivió un tiempo en Sevilla muy cerca de La Macarena y se hizo muy devota. En una de sus visitas le pidió que le encontrara un novio sevillano para no volver al norte y la Virgen, aunque tuvo que ir un poco lejos, concretamente a Navarra, así lo hizo.

 En agradecimiento, además de llevarla en el corazón y en su ramo, quiso replicar una mariquilla como la que lleva Ella en su tocado.

Para el ramo de novia le apetecía mucho llevar anemonas, pero como estábamos fuera de temporada, solo pudimos prometerle que lo intentaríamos. Movimos cielo y tierra y se las trajimos de sorpresa.

Para acompañar a las anemonas y mantener el color metalizado del tocado, utilizamos cardos, eucalipto… el resultado fue un ramo muy especial.

Decoramos la Capilla de Santa Ana como nunca lo habíamos hecho: con muchas manzanas y colores muy metálicos. Buscando el contraste y dar calidez, pusimos velas en distintos rincones.

Como el novio es de Navarra, los invitados fueron testigos de una tradición muy especial con la imposición del pañuelo de San Fermín y la bendición del santo.

La salida fue bastante singular ya que los amigos les esperaban haciendo un divertido arco con balones por su pasión al balonmano.

El aperitivo fue el jardín, a cargo de Casa Gerardo, con buena comida y un ambientazo. Nos gustó tanto la idea de los tonos del ramo, que mantuvimos el mismo colorido el resto de la boda.

A los novios les apasiona el mundo del cine, así que les pareció perfecto que las mesas llevaran el nombre de sus películas favoritas. Además del centro que les preparamos, prepararon detalles especiales con distintas escenas del título elegido.

Los novios se pasaron bailando y saltando de felicidad toda la boda. Además, nos pidieron unos ramos para regalar y hemos sabido que están todos disecados para ser guardados por mucho tiempo, algo que no ha hecho mucha ilusión.

Y luego siguieron celebrándolo en París…

Fotos: Silvia GH Fotógrafa

Una boda en Somió

Nos encantan las tradiciones familiares y por eso nos emocionó mucho cuando Ana nos contó que iba a llevar los mismos broches de su abuela que llevó su prima Ángela, pero, en vez de en el pelo, se los pondría en el vestido.

Su traje de novia era, además, una obra de arte y es que todo lo que crean en el taller de From Lista With Love tiene un aire arquitectónico que maravilla a quien lo ve.

Como ella es alta y quería un ramo de tallos largos pero ligero y muy sencillo, usamos el aster.

Para casarse eligieron San Julian de Somió. Es una Iglesia que nos encanta. Para decorarla, elegimos una ambientación campestre con hortensias blancas que son las flores favoritas de la novia y que daban un aire fresco muy de verano. Durante la Misa hicieron el rito de la velación que es muy emotivo y que, por suerte, cada vez vemos en más bodas.

Con toda la ilusión del mundo eligieron la Concepción para celebrarlo. Mientras sus invitados llegaban, aprovecharon para dar un paseo por los jardines que rodean al palacio.

Con tantas hortensias fuera, decidimos “meter unas pocas dentro” así que los centros de mesa tuvieron a esta flor de protagonista.

Para su primer baile, pusieron Gijón a sus pies.

Fotos: Jfk Imagen Social

La boda de Angela y Pablo

Esta semana queremos recordar la boda de Angela y Pablo en el Palacio de Meres. Para su gran día la novia se puso en manos de Macarena y Javier de FromListaWithLove, que diseñaron un vestido muy especial para acompañar una mantilla, colocada magistralmente por nuestro amigo Julio de Peluquería Suárez, utilizando como broches parte de la pulsera de pedida de su abuela.

Como el diseño lo admitía, hicimos un ramo ligeramente despeinado replicando el tono nude de los complementos.

Los novios querían que todo fuera silvestre, así que en la Capilla de Santa Ana mezclamos las hortensias blancas, las flores preferidas de Angela, con flor menuda. Buscando ese aire campestre, llenamos el altar con cestones de distintos tamaños y faroles.

Nacho Manzano y su equipo prepararon un aperitivo para sorprender a todos. Como el otoño empezaba a hacer acto de presencia, aprovechamos su colorido para decorar distintos rincones.

Para adornar el corredor utilizamos hojas de palmas, que recordaban a las casas de indianos tan características de nuestra tierra y las mezclamos con helechos, logrando una vegetación muy exuberante.

La mesa presidencial estaba abajo y la decoramos para que sintieran que estaban bajo un árbol. Los centros de mesa eran de una pieza única y tenían tonos muy vivos.

Para el primer baile y la fiesta eligieron la discoteca más bonita que hay en Asturias, el jardín del palacio. Fue inolvidable.

Fotos: Pelayo Lacazette

Todo de aquí y de ahora

Javier y María vinieron a vernos con tiempo, estaban preparando su boda y habían pensado en nosotras para la decoración. Nos hicieron una petición muy especial: querían más plantas que flores y que todo fuera autóctono. Quizás en esto influía la profesión del novio, que es biólogo. Nos pareció un reto muy atractivo y nos pusimos a pensar ideas en cuanto salieron por la puerta de tienda.

Para María creamos un ramo que parecía “recién recogido del campo”, despeinado y natural.

La ceremonia se celebró en la Iglesia de San Juan de Amandi. La entrada está al final de una calle en cuesta así que pensamos que sería bonito decorar mucho las escaleras para que se viera desde lejos.

 Al ser pequeña, todo resultó muy entrañable porque estuvieron muy arropados por sus testigos y con los invitados muy cerca.

Para la decoración utilizamos principalmente plantas y ramas, inspirándonos en la naturaleza y sus colores en esa época del año, así que estuvieron muy presentes la hiedra, los brezos, los helechos…

La celebración fue en Castiello de Celorio. El aperitivo, aprovechando el buen tiempo, se sirvió en el jardín bajo un manto de luces de verbena. Allí tuvieron tiempo de saludar a sus invitados y disfrutar de un ratito con ellos antes de la cena.

En el interior las luces seguían siendo protagonistas. Las velas colocadas en distintas alturas y formas nos ayudaron a crear un ambiente acogedor y romántico, queríamos que sintieran que estaban “en casa”, celebrando en familia y, como puede verse en las fotos, así fue.

Y todo terminó en la pista de baile hasta que las luces que lo iluminaron todo fueron las del amanecer.

Fotos: Cristina Cañibano

África en el corazón

Esta boda fue muy especial porque los novios quisieron que, aunque su boda se celebraba en Asturias, África estuviera muy presente.

Lola y Pedro colaboran con la Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol, Emalaikat en unos proyectos en Turkana, África. Ellos están muy involucrados y no se imaginaban un día tan feliz sin ellos, así que nos pusimos manos a la obra para reflejarlo.

El ramo fue un regalo de una amiga Cristina Matossian.

La ceremonia fue en la Capilla de Santa Ana y nos pidieron una decoración muy verde, así que pusimos dos árboles arropando el retablo y vegetamos todo el frente del altar.

Cubrimos los reclinatorios de los novios con un kitengue, que son las telas africanas que utilizan las mujeres para vestirse y que tienen un colorido muy especial.

El día fue soleado, así que disfrutar del aperitivo estaba garantizado. Para teñirlo de color, usamos como manteles los kitengues que nos había traído Lola de África y el resultado fue espectacular.

El protocolo de mesas era colgante y tenía como protagonistas las misiones en las que está trabajando la comunidad. Lola se encargó de la papelería y nosotras disfrutamos mucho dándole vida sobre una cortina vegetada.

Para los salones nos hicieron una petición muy singular, no querían macetas ni recipientes, así que pensamos una decoración en la que las flores nacían directamente de los manteles.

Tal y como querían, pudieron hacer el baile y la fiesta en el jardín.

Todo maravilloso, como ellos.

Fotos: Darío Martínez.

Un arco de sables

Y de la boda de la hija de unos amigos pasamos a la boda de una amiga de nuestros hijos. Muy emocionante también porque conocemos a Carolina desde que era una niña y eso hace que lo vivamos todavía con más intensidad.

Quería un ramo de margaritas y nos apetecía hacerle algo especial así que mezclamos dos tipos: aster y matricaria, logrando un aire más despeinado. Finalmente añadimos un poco de eucalipto y lo atamos con cintas largas de colores para que tuviera movimiento.

Su boda fue en septiembre en Valdesoto y para la Iglesia le apetecía un adorno importante pero que no quedara sobrecargado. Pensamos en darle el colorido de la naturaleza en esa época del año en la que el final del verano se junta con el principio del otoño y surge una gama cromática realmente particular.

A la salida de la Iglesia fueron recibidos por un arco de sables hecho por los compañeros de Borja, vestidos todos con sus uniformes de gala.

Uno de los árboles del palacio nos inspiró un sitting colgante y es que nos encanta integrarnos en los espacios que decoramos para sacarles todo el partido que tienen.

Ya en el interior, separamos en salón con un bodegón separando los dos ambientes, el del almuerzo y el de la fiesta.

Para decorar las mesas encontramos unos recipientes de bambú que iban a juego con las lámparas de Valdesoto, además daban un aire fresco que era perfecto para la época del año y la hora del día.

A la novia le hacía mucha ilusión compartir su día y nos encargó muchos ramos para sorprender a sus invitadas más especiales.

Y después de ver tantas flores, quedaban unas más. Un tocado exagerado que puso el toque de color al cambio de look de la novia para disfrutar del baile. Nos pidió algo único y nosotros nos inspiramos en ella.

Fotos: Pelayo Lacazette

Celebrando la vida

Pocas cosas hay más emocionantes para nosotras que participar en las bodas de los hijos de nuestros amigos porque a esos niños les hemos visto crecer. Ese sentimiento nos acompañó durante los preparativos y el gran día de Anina, que no podía ser una novia más radiante y feliz.

Ella tenía muy claro el ramo que quería llevar: olivo y peonias. Una mezcla muy delicada que iba perfecta con su vestido de Teresa Patiño. Como nos trajo una medalla de la cruz de la Victoria que tenía unas piedras azules, elegimos una cinta de terciopelo del mismo tono para la empuñadura.

Tanto la ceremonia como la celebración fueron en el Palacio de Meres. Los novios querían algo sencillo, así que las hortensias fueron una opción perfecta para la decoración. Para la Capilla de Santa Ana las elegimos en blanco porque encajaban muy bien en una boda veraniega. Fue una Misa muy emotiva, con una homilía preciosa y unos novios emocionados.

En el ambiente había muchas ganas de celebrar y todo estaba preparado por el equipo de Casa Gerardo para que los invitados se llevaran un recuerdo inolvidable de ese día.

Hicimos una puesta en escena muy fresca, casi sin flores, pero sí con mucho verde que es lo que pide el ambiente en esa época del año.

Para el sitting plan los novios quisieron hacer algo muy especial. Pusieron como nombre de la mesa algo que unía a todas las personas que se sentaban en ella, acompañado de una acuarela pintada por María de Valma. Le dedicaron tiempo, pero el resultado hizo sonreír a todos los que iban a ver dónde les tocaba sentarse.

En los salones del palacio parecía que se colaba un pedacito del verano. Las acuarelas fueron las grandes protagonistas de la decoración, así que preparamos pequeños centros con hortensias de colores.

Fue una boda en la que, miraras donde mirabas, veías alegría. No hay mejor decoración.

Fotos: Cristina Cañibano

El día más dulce

Conocemos a la familia de Paloma desde niña porque su familia regenta una de las confiterías más emblemáticas de la ciudad, Camilo de Blas. De hecho, todas las navidades tenemos el privilegio de decorar la tienda de Jovellanos para que luzca todavía más bonita (si es que eso es posible).

Nos hizo mucha ilusión acompañarla en un momento tan especial y juntas empezamos a pensar en su gran día. Fue la última novia en llevar un vestido de Covadonga Plaza, a la que tanto echamos de menos. Cuando nos enseñó unos zapatos azules que se hizo a medida se nos ocurrió que todo girara en torno a ese color.

Paloma quería un ramo sencillo y ligero, pero con detalles que lo hicieran especial como la cinta de terciopelo y las medallas que llevaba en la empuñadura con el nombre de sus abuelas.

La ceremonia fue en la Iglesia de Valdesoto e inspirándonos en el entorno de la zona, pensamos en una decoración campestre y fresca, acorde con la época en la que se celebraba la boda, el verano. El altar estaba repleto de hortensias, hiedra y margaritas para arropar a los novios.

A la salida los novios dieron un paseo por los alrededores del Palacio, que tiene rincones increíbles y que inmortalizó Mercedes Blanco.

El Real Balneario de Salinas se encargó de sorprender a los invitados con su propuesta gastronómica y como no podía ser otra manera, el postre, la mesa de dulces fueron grandes protagonistas.

Antes de despedirnos os contamos un detalle que tuvieron, los camilines solidarios: unas galletas riquísimas cuyo importe se dona integro a Imparables contra la leucemia. Bonita forma de compartir felicidad.